jueves, 13 de agosto de 2015

(1) La Sabiduría de Salomón y la Madre : [IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén)

La historia del juicio de Salomón entre las dos madre, no fue escrito para que admiremos su sabiduría, sino para testificar a Dios y enseñarnos algo espritual.

En Los 66 libros de la Biblia hay muchos misterios de Dios. 
Cuando conozcamos los misterios uno por uno, podremos entender la ampliamente planificada providencia de la salvación de Dios.
Entre los misterios, el más grande es Cristo. 
Solo cuando comprendamos a Cristo, que es el misterio de Dios, podremos recibir la salvación y hallar todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.
La Biblia nos provee de sabiduría que nos conduce a la salvación, y también da testimonio de Cristo, que es el misterio de Dios.
Entre tantos misterios de la Biblia, estudiaremos para que existe la verdadera Madre en realidad a través de la profecía del juicio de Salomón.
Primero, veamos la enseñanza de Jesús.

Mateo 12:42 “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.

Aquí, la palabra “en el juicio”, ¿qué significa esto?
Esto significa “en los últimos días”. ¿no es así?
Como pueden ver, ¿para qué vino la reina del Sur?
Para oír la sabiduría de Salomón, ¿no?
Aquí, “oír” significa “aprender” . ¿no es así?
Entonces, ¿por qué aprendemos la sabiduría de Salomón en los últimos días?
Es por que tiene parte con nuestra salvación. ¿cierto?
Por eso, en los últimos días, tenemos que saber “La sabiduría de Salomón”.

Entonces, ¿quién es Salomón?
Como ustedes saben, Salomón es conocido como el hombre más sabio del mundo. 
El fue hijo del rey David y el tercer rey de Israel. 
Fue famoso por su sabiduría; y las personas del mundo venían a escuchar su sabiduría.
La Biblia dice que Salomón recibió sabiduría de Dios

1 Reyes 3:3~14 “Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.[…]Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.[…]Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

El ofreció miles de holocaustos y oraba ansiosamente, y finalmente Dios se le apareció en un sueño. 
Entonces Salomón pidió a Dios sabiduría y entendimiento para juzgar con justicia.
Constantemente se levantaban disputas entre su pueblo; por eso, pidió sabiduría para juzgarlos sabiamente como su rey, de modo que pudiera discernir entre lo correcto y lo incorrecto, para que ninguno sufriera la injusticia de ceñirse a un falso juicio.
Dios le concedió no solo sabiduría, sino también riquezas y gran honor, lo cual él no había pedido. 
El rey Salomón superó a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría.
La sabiduría de Dios se vio reflejada en la decision de Salomón. 
Entre todas sus decisiones judiciales, la Biblia registra precisa y únicamente el caso en el que Salomón descubre quién era la verdadera madre.

1 Reyes 3:16~28 “En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él. Y dijo una de ellas: !!Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto. Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: !!Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

Como pueden ver, no existían testigos, y las dos mujeres en disputa por un bebé vivo apelaban a la justicia de Salomón, cada una diciendo ser la madre del bebé con vida.
¿Cómo pudo distinguir Salomón entre la verdadera madre y la falsa?
Como pueden ver el verciculo 25 al 27, Salomón dice que “partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra”.
En ese entonces, una mujer dice que “dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis”.
Pero, la otra dice que “ni a mi ni a ti; partidlo”.
Por eso, Salomón descubrió a la verdadera madre del bebé por amor hacia su hijo, y le devolvió a su hijo vivo.
En el juicio de Salomón, comprendemos que la sabiduría que Dios le dio le permitió discernir quién era la verdadera madre.
La Biblia da testimonio de Dios, y todo lo que está escrito en el pasado se escribió para nuestra enseñanza. ¿no es así?

La historia del juicio de Salomón entre las dos madre, no fue escrito para que admiremos su sabiduría, sino para testificar a Dios y enseñarnos algo espritual.


Sigue en el número próximo -


para que sean salvos.

Si quieren conocer más 
acerca de la iglesia de Dios sociedad misionera mundial(IDDSMM),
visiten páginas siguientes : espanol.watv.org ; diosmadre.org

1 comentario:

  1. Amen! Muchas gracias a Dios por anunciarnos a Dios Madre través de la Sabiduría de Salomón.

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