lunes, 16 de marzo de 2015

(IDDSMM)¿En dónde son registrados nuestros nombres? En el libro de la vida


La iglesia de Dios sociedad misionera mundial(IDDSMM) sigue al segundo Cristo Ahnsahnghong y la Madre Jerusalén, y guarda todas las enseñanzas de la Biblia.




Fil 3:20 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;”


¿En dónde está nuestra ciudadanía? En el cielo.

Entonces, ¿cómo podemos conseguir la ciudadanía en el cielo? La Biblia dice que el sistema terrenal es una figura y sombra del sistema celestial(Heb.8:5). Por eso, como puede conseguir una ciudadanía de un país a través de que el nombre de uno se inscribe en un registro de un país cuando nace en un cuerpo, así mismo se escribe en el registro del cielo cuando uno nace de nuevo en el Espíritu. En otra palabra, cuando un hombre nace, su nombre se registra en una partida de nacimiento. De igual manera, si un hombre renace como hijo de Dios, su nombre se registra en el libro de la vida. Por eso, Jesús dijo que nos regocija de que nuestros nombres están escritos en los cielos.


Lc. 10:17-20 “Volvieron los setenta eon gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritu se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.”


Según la palabra de Jesús, ¿cuál es el hecho por el cual debemos regocijarnos? El hecho de que nuestros nombres están escritos en los cielos. Aquí, ¿qué significa las palabras “escritos en los cielos”? Significa que nuestros nombres están escritos en el libro de la vida del cielo, es decir, nuestra ciudadanía está en el cielo. Entonces, ¿cómo pueden ser registrados nuestros nombres en el libro de la vida de los cielos? Cuando nacemos de nuevo, nuestros nombres son registrados en el libro de la vida del cielo.


Jn.3:3-5 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús:De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”


Como podemos ver, cuando Jesús dijo : El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios, Nicodemo le preguntó a Jesús : ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre?

En aquellos momentos, ¿qué respondió Jesús? Versículo 5 dice que el que no naciere de agua y Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Entonces, ¿qué quiere decir esto? Esto quiere decir que si debemos bautisarnos, podemos nacer nueva vida y entrar en el reino de Dios, es decir, obtener la ciudadanía de los cielo.


Ro. 6:1-4 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”


¿Cómo podemos nacer de nuevo? Cuando creemos en Cristo y somos bautizados, podemos nacer de nuevo. En otras palabras, nuestros nombres son registrados en el libro de la vida del cielo.


Entonces, ¿qué bendiciones son dadas a aquellos cuyos nombres están registrados en el libro de la vida?


Is. 4:2-4 “En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de israel. Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes, cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.”


Como podemos ver, aquellos cuyos nombres están registrados en el libro de la vida son llamados santos. Y Dios limpia su suciedad y sus pecados.


Dn. 12:1-3 “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.”


Como ustedes saben, “en aquel tiempo” significa “en el último día”.

Entonces, ¿quién podrá ser salvo en el último día? Serán salvos solo aquellos cuyos nombres estén escritos en el libro, es decir, en el libro de la vida. Entonces, ¿cuál es la característica de aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida? Ellos guiarán a muchos a la justicia predicando el evangelio.


Fil. 4:2-3 “Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.”


Aquí, ¿los nombres de quiénes están en el libro de la vida? Los nombres de los obreros del evangelio que guían a la justicia. Nosotros somos los obreros del evangelio cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. Por lo tanto, debemos predicar el evangelio a todas las naciones y guiar a muchos a la justicia.


Entonces, ¿qué sucederá con aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida?

Averigüémoslo a través de Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.


Primero, veamos Antiguo Testamento.


Ez. 13:8-9 “Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablando vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor. Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentiara; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor.”


Como podemos ver, como los pueblos de Israel si sus nombres no están inscritos en el libro de la casa de Isreal, no podrán volver a tierra de Israel, así también aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida, no podrán entrar en el reino de los cielo.


Ap. 20:11-15 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”


Como podemos ver, aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida son lanzados al lago de fuego. Entonces, ¿por qué son lanzados al lago de fuego?


Ap. 13:6-8 “Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.”


¿A quién adoran aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida?

¿A Dios o a la bestia? Entonces, ¿a quién representa la Bestia? El diablo, Satanás. Por lo tanto, aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida no adoran a Dios, sino a Satanás. ¿Por qué adoran ellos a Satanás? Es porque los que sus nombres no están en el libro de la vida significa los que no tienen la ciudadanía de los cielo, es decir, no son los pueblos de Dios. Esa es la razón por la que finalmente son destruidos en el lago de fuego. Si nuestros nombres están en el libro de la vida, somos salvos. Pero si nuestros nombres no están en el libro de la vida, somos destruidos. Es una gran bendición que nuestros nombres estén en el libro de la vida.

¿Pueden permanecer para siempre los nombres, una vez escritos en el libro de la vida? Según la fe de cada uno, los nombres pueden permanecer o ser raídos.


Primero, ¿en qué caso un nombre es raído?


Sal. 69:27-28 “Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos.”


Como podemos ver, ser raído del libro de la vida significa que su nombre es borrado. ¿Por qué el nombre es borrado?

Si alguno hace algo malo, su nombre es borrado del libro de la vida.


Mt. 7:21-22 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”


Como podemos ver, los que hacen la voluntad de Dios pueden entrar en el reino de los cielo. En otra palabra, los nombres de los que hacen la voluntad de Dios eatan en el libro de la vida del cielo.


Mt. 7:23 “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”



Como podemos ver, Dios dirá que nunca os conocí. ¿Por qué no los conocerá a hacedores de maldad? Es porque Dios no puede encontrar sus nombres en el libro de la vida del cielo.


Ap. 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.”


¿Qué sucede si alguno no permanece firme en la fe? Su nombre también puede ser raído del libro de la vida. No debemos estar satisfechos con el hecho de que nuestros nombres estén en el libro de la vida. Los que estan en el libro de la vida del cielo es los que guiarán a las personas a la justicia predicando el evangelio. Por eso, salvando muchas almas, debemos hacer que nuestros nombres brillen más en el libro de la vida.


Entonces, ¿el libro de la vida existe solo en el cielo? La Iglesia que Dios mismo estableció, tiene el libro de la vida. Si nuestros nombres están escritos en el libro de la vida de la tierra, también están escritos en el libro de la vida del cielo. De igual manera, si nuestros nombres son raídos del libro de la vida de la tierra, son raídos del libro de la vida del cielo.


Mt. 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”


Como podemos ver, todo lo que es atado en esta tierra es atado en el cielo. Y todo lo que es desatado en esta tierra es desatado en el cielo. Entonces, ¿cómo pueden nuestros nombres estar escritos en el libro de la vida del cielo? Cuando recibimos la salvación, nuestros nombres son escritos en el libro de la vida de la tierra. En otras palabras, somos salvos recibiendo la verdad. Por lo tanto, solo los santos de la iglesia verdadera pueden ser registrados en el libro de la vida del cielo.

La Biblia testifica claramente acerca del libro de la vida.

Por eso, las iglesias que niegan el libro de la vida son falsas.

¿Dónde está la iglesia que tiene el libro de la vida?

Es solo la Iglesia de Dios que Dios mismo estableció.

Permanezcamos en la verdad hasta el final, a fin de que nuestros nombres brillen en el libro de la vida. Y guiemos a muchas personas a la salvación, para que nuestros nombres brillen mucho más aún.

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