domingo, 31 de mayo de 2015

[IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén) : (1) Pregunta y Respuesta de la Biblia



La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial(IDDSMM) 

sigue las enseñanzas de la Biblia y cree en

 el segundo Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre(la Madre Jerusalén).



P. En la Biblia aparece con frecuencia el nombre "Samaria". ¿Qué lugar es Samaria? ¿Por qué los judíos se distinguieron especialmente de los samaritanos?


R. División del reino de Israel

Para conocer acerca de Samaria, primero echemos un vistazo a la historia del reino de Israel. El primer rey de Israel fue Saúl. Sin embargo, como Saúl desobedeció a Dios, el trono fue quitado de él y entregado a David. A la edad de treinta años, David llegó a ser rey de Israel y siguió a Dios con todo su corazón; él amaba la ley de Dios y la observaba diligentemente. Además, se esforzó en edificar el templo para el arca del pacto, y de esta manera agradeció mucho a Dios. Bajo la gracia de Dios, David reinó en Israel cuarenta años (1 S. 15:22-23, 2 S. 5:4, 2 S. 7).

Después de la muerte de David, Salomón llegó a ser rey. Al igual que su padre David, Salomón también se condujo humildemente, por eso Dios le dio sabiduría, honor y riqueza. Incluso fue bendecido para completar la construcción del templo, el cual había sido el ansioso deseo de David. Sin embargo, al pasar el tiempo, Salomón empezó a usar las bendiciones dadas por Dios, para satisfacer sus placeres, y cometió idolatría casándose con mujeres gentiles, y finalmente esto provocó la ira de Dios.

1 R. 11:9-13 “Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová a Salomón: […] romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo […]”
Después de la muerte de Salomón, su hijo Roboam llegó a ser rey. Luego, como Dios había profetizado, Jeroboam, que era uno de los oficiales de Salomón, se unió a las diez tribus en el norte y llegó a ser rey sobre ellos.

Por ello, el reino de Israel fue dividido en dos reinos separados: Judá al sur, gobernado por Roboam, e Israel al norte, gobernado por Jeroboam. Así fue reducido a un pequeño país de Medio Oriente.

[La Madre celestial, Dios Madre] La mapa de división de reino



Destrucción de Israel, en el norte


El reino de Israel, en el norte, que estaba formado por diez tribus, era comparativamente más poderoso que el reino de Judá, en el Sur, que estaba compuesto por dos tribus. Sin embargo, Jerusalén, donde estaba el templo de Dios, pertenecía al reino de Judá, en el sur, y esto significaba una desventaja insuperable para Israel. Ya que el pueblo de Israel tenía que ir al sur, a Judá, cada año para celebrar las fiestas solemnes, Jeroboam temía que si su pueblo seguía yendo a Jerusalén, podrían residir allí permanentemente. Entonces, como una manera de fortalecer su poder sobre su pueblo, les hizo caer en idolatría.


1 R. 12:28-30 “Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. Y esto fue causa de pecado; […]”


Después del rey Jeroboam, todos los reyes sirvieron a los ídolos.
Especialmente Acab, hijo de Omri, que tomó por mujer a Jezabel, hija de Etbaal rey de los sidonios, y sirvió a Baal, y lo adoró. Él hizo lo malo, más que todos los que reinaron antes de él (1 R. 16:30-31).

Mientras tanto, el rey Omri, el padre de Acab, hizo un monte situado en el norte de Siquem, la capital de su reino. El nombre de la ciudad que edificó es “Samaria”. En otras palabras, Samaria era la capital del reino de Israel, en el norte (1 R. 16:23-24).

De esta manera, el reino de Israel en el norte, había descuidado las leyes de Dios por mucho tiempo. Entonces, cuando Ezequías rey de Judá envió correos para que el pueblo de Israel comprendiera la pascua (una de las leyes de Dios) y la celebraran, ellos se rieron y se burlaron de los correos. 


Como resultado, Israel fue invadido por Salmanasar rey de Asiria y Samaria fue tomada 254 años después de su fundación (2 Cr. 30:1-10).



2 R. 18:9-12 “[…] subió Salmanasar rey de los asirios contra Samaria, y la sitió, y la tomaron al cabo de tres años. […] por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová su Dios, sino que habían quebrantado su pacto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, no las habían escuchado, ni puesto por obra.”




Los samaritanos eran despreciados


Después de destruir el reino de Israel en el norte, Salmanasar rey de Asiria deportó obligatoriamente al pueblo de Israel a Asiria y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. Por otro lado, trajo gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim y los puso en las ciudades de Samaria (capital de Israel), por eso ellos habitaron allí. (2 R.17:6, 24).


Aquellos gentiles se casaron con los judíos que permanecieron en Samaria, creando un pueblo de raza mixta. Desde ese momento, los judíos consideraron a los samaritanos como paganos y los despreciaron.



Jn. 4:9 “La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.”

Los judíos incluso llamaron a Jesús “samaritano” para insultarlo.



Jn. 8:48 “Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?”


Sin embargo, Jesús dio su gracia incluso a los samaritanos que eran despreciados. Él enseñó a una mujer samaritana, a quien conoció en una ciudad de Samaria llamada Sicar, donde estaba el pozo de Jacob, quién era la fuente del agua viva. También dio salvación al leproso samaritano, quien fue el único de los diez leprosos que volvió para agradecer a Dios por su gracia de permitirle la sanidad. Y a través de la parábola del buen samaritano, Jesús nos hizo comprender qué personas podrán entrar en el reino de los cielos (Jn. 4:10, Lc. 10:30-37, Lc. 17:11-19).



Prediquen este evangelio en Samaria y hasta lo último de la tierra 



Hch. 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”


Jesús mandó a sus discípulos a predicar el evangelio al mundo entero, y mencionó “Samaria”. Con esto quiso decir que permitiría conocer quién era el Salvador incluso a los samaritanos que habían abandonado a Dios y que habían vivido excluidos de la salvación por mucho tiempo. Hoy, nosotros también hemos recibido esta misión. Además, debemos predicar el evangelio hasta lo último de la tierra, yendo valientemente hasta Samaria espiritual, que ha sido considerada como una tierra estéril del evangelio, y proclamando al Espíritu y la Esposa, los Salvadores de esta época, a los samaritanos espirituales.


para que sean salvos.

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jueves, 28 de mayo de 2015

[IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén) : ¿Ama usted a Dios?



La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial(IDDSMM) 

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[La Madre celestial, Dios Madre] ¿Ama usted a Dios?

Dios nos ama. Él nos escogió antes de la fundación del mundo con amor, cuidó de nuestra seguridad hasta el último momento en que dejó de respirar en la cruz, y nos ama constantemente incluso en este momento.


Entonces, ¿amamos a Dios en verdad? Aunque ahora estamos recorriendo el camino de la fe en Dios, tomemos un tiempo para pensar de nuevo si amamos a Dios verdaderamente.

La Biblia dice: “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman” (Sal. 122:6), y: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Co. 2:9). En este año del jubileo espiritual, quiero que todos abriguemos el amor de Dios en nuestro corazón y caminemos alegremente con Dios, para que podamos recibir la gracia y las bendiciones que Él ha preparado para nosotros y vayamos al reino de los cielos, como hijos celestiales.


Si pudiera nacer como la madre de mi madre

Hace poco leí una historia en la Internet, titulada: “¡Si pudiera nacer de nuevo en este mundo!” Un maestro de secundaria dio una tarea de redacción a sus estudiantes durante la clase; les pidió escribir historias tituladas: “¡Si pudiera nacer de nuevo en este mundo!” Entre las historias presentadas por los estudiantes, hubo una historia notable que definitivamente cautivó su atención. La historia fue escrita por un estudiante con discapacidad que utilizaba una silla de ruedas para asistir a la escuela con la ayuda de su madre.

Su historia empezó con una expresión de su deseo: “Si pudiera nacer de nuevo en este mundo, sería la madre de mi madre”. La razón descrita anteriormente muestra lo que estaba en su corazón; él pensó cuánto había sufrido su madre por acompañarlo a la escuela y por haber cuidado de él día y noche. Considerando la enorme cantidad de amor que había recibido de su madre, llegó a la conclusión de que no podría retribuir el amor de su madre sin importar cuánto se dedicara a ella y cuánto la obedeciera, y que la única manera de retribuir su inmenso amor era convertirse en la madre de su madre.

Su deseo pudo haber sido nacer de nuevo saludablemente y convertirse en un atleta o en un saltador de altura. Sin embargo, no pidió un deseo para sí mismo. Él solo pensó en qué podría hacer para retribuir el amor y la dedicación que su madre le dio, deseando únicamente que su hijo tuviera éxito en la vida. Por eso, llegó a tener este pensamiento loable y maduro a pesar de su edad: “Si pudiera nacer de nuevo, nacería como la madre de mi madre y retribuiría su incalculable amor y sacrificio por mí”.

Aunque esta historia es corta, deja una enorme y duradera impresión en nuestra mente. Tendemos a pensar primero en nuestros momentos difíciles. Sin embargo, este estudiante pensó en su madre, que se sacrificó por él, más que en sí mismo. Por eso, escribió esto en su historia: “Si pudiera nacer de nuevo, sería la madre de mi madre”.

No solo pensemos en nuestro dolor y fatiga, sino pensemos en el camino de sacrificio que la Madre celestial está recorriendo por nosotros, sus hijos. Deseo que todos nosotros tengamos el sacrificio de la Madre en lo profundo de nuestro corazón, como el estudiante de la historia, para que seamos fieles a la Madre como sus hijos.


“¿Me amas?”

La iglesia no solo es un lugar donde hay rituales y ordenanzas de culto, sino que es un lugar donde Dios, que es el amor, concede su amor a sus hijos y ellos lo aman. Cuando adoramos a Dios, debemos tener amor hacia Él en nuestro corazón. Si guardamos un culto sin amor hacia Dios, solo conforme a las ordenanzas y los rituales, no podrá ser el sacrificio de gozo que Dios desea.

Debemos dar nuestro corazón completamente a Dios (Mt. 22:35-38). Así como el estudiante de la historia quiso retribuir el amor de su madre que había sufrido por él, nosotros también: con un corazón lleno de amor hacia Dios, debemos ir a la iglesia, guardar el Día de Reposo, celebrar la Pascua y correr hacia el reino de los cielos.

Pensemos en Pedro y Judas Iscariote entre los doce discípulos de Jesús. Al principio, ambos se convirtieron en discípulos, diciendo que lo seguirían por dondequiera que Él fuera. Sin embargo, mientras que uno de ellos amó a Jesús y lo siguió hasta el final recorriendo el camino del martirio, el otro traicionó a Jesús por treinta monedas de plata y lo entregó para ser crucificado. Hubo una enorme diferencia en el resultado final entre el que amó por completo a Dios y el que no lo hizo.

Jn. 21:15-17 “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”

Jesús preguntó a Pedro: “¿Me amas?”, cuando le confió el rebaño. “¿Me amas?” “Sí, Señor.” “¿Me amas?” “Sí, Señor, tú sabes que te amo.” Pedro amó mucho a Jesús, y llegó a ser el fundamento de la iglesia primitiva.

Si Dios nos hiciera hoy la misma pregunta, ¿responderíamos desde nuestro corazón: “Sí, Señor”? Pensemos en el sacrificio del Padre y la Madre que atravesaron el dolor de la cruz para salvarnos y vinieron de nuevo en la carne y han sufrido por nosotros hasta este día. Nosotros pensamos simplemente en el sacrificio de la cruz. Sin embargo, hasta que esto se cumpliera, hubo sacrificios expiatorios por más de 1500 años desde la época de Moisés hasta el tiempo de Jesús; cada ofrenda por el pecado representaba el sufrimiento de Dios y su amor sacrificado. Dios ha venido a esta tierra para salvar a sus hijos pecadores, y todavía está sufriendo por nuestros pecados, hasta la muerte. Frecuentemente olvidamos este hecho.

¿Por qué Dios vino a esta tierra y fue difamado por la gente aunque pudo haber escogido descansar cómodamente en el glorioso reino de los cielos? Todo esto fue por nosotros; Él nos amó tanto que hizo todo para nosotros.


Los que aman a Dios

Los que aman a Dios nunca lo traicionarán aunque Él no les pague mucho por su trabajo o no les dé una posición alta. Judas Iscariote no tenía el amor de Dios en su corazón. Él amaba el dinero más que a Dios.

Recorramos el camino de la fe amando a Dios con todo el corazón y sigámoslo hasta el final, como hizo Pedro. Si comprendemos el amor de Dios y siempre pensamos en lo que podemos y debemos hacer para retribuir su amor, no seremos insensatos como Judas Iscariote.

Éx. 20:6 “y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”
Dios muestra amor a mil generaciones de los que lo aman. ¡Qué enorme bendición! Dios no da una gran recompensa a cualquiera. Cuando pensamos en esto cuidadosamente, podemos ver que, aunque hay incontables personas en el mundo, solo unos pocos aman a Dios verdaderamente.

Dt. 13:1-3 “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.”
La Biblia dice que Dios está probándonos para saber si lo amamos con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma. Sin embargo, a veces nos amamos a nosotros mismos más que a Dios y pensamos en nuestra propia gloria más que en la de Dios. Viviendo de esta manera, hablamos de la gracia y el sacrificio de Dios.
¡Qué lamentable!

En vez de solo pensar en nuestra propia situación, enfoquémonos en Dios. Necesitamos pensar siempre en por qué el Padre y la Madre, Dios Elohim Todopoderoso, vinieron a esta tierra en la carne, despojándose de todos sus derechos, y moran con nosotros. Pensando en esto, debemos reverenciarlos. Los que piensan primero en la gloria y en el dolor de Dios, son los que verdaderamente lo aman.

Jue. 5:31 “Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.”
Esta es una escena en la que Débora, una profetisa, pide a Dios bendecir a los que lo aman. Ella oró a Dios para que hiciera que todos sus enemigos perecieran, y que los que lo amaban fueran como el sol cuando sale en su fuerza.

Para ser espiritualmente poderosos como hijos de Dios, necesitamos tener amor hacia Dios en nuestro corazón sobre cualquier cosa. Pregúntense cuánto aman a Dios, en vez de pensar: “Predico y enseño muy bien la palabra de Dios”, “Soy líder de región”, o “Soy miembro del personal pastoral”. Dios no preguntó:

“¿Cuál es tu posición o ministerio?” o: “¿Hay algo que puedas hacer bien?”, sino solo preguntó: “¿Me amas?” Dios buscará a sus hijos que le respondan “¡Sí!” de corazón, cuando les haga esa pregunta.


Recibiendo la gloria al amar a Dios

La sabiduría y la gloria de Salomón, y la prosperidad durante su reinado, vinieron de un corazón lleno de amor hacia Dios.

1 R. 3:3-10 “Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; […] mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: […] tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.”
Si Salomón no hubiera amado a Dios, le habría pedido algo para su propio beneficio cuando se le dio la oportunidad de recibir las bendiciones de Dios. Sin embargo, él pidió sabiduría para distinguir entre el bien y el mal y hacer justo juicio para el pueblo de Dios, de modo que no fueran injustamente acusados y condenados a muerte. Dios se mostró satisfecho por lo que Salomón pidió.

Los que aman a Dios siempre pueden tener pensamientos que estén de acuerdo con la voluntad de Dios. Dios ha prometido dar a su pueblo un corazón no dividido (Ez. 11:19-20). Para que todos los hermanos y hermanas podamos tener un corazón no dividido, que se parezca al de Dios, necesitamos abrigar el amor de Dios en nuestro corazón.

Hay también cierta razón por la que debemos amar a Dios. Estábamos consumiéndonos en el pecado; espiritualmente nada podíamos hacer, y habríamos muerto para siempre si nos quedábamos solos. Nadie se preocupó por nosotros, excepto nuestro Padre y nuestra Madre celestiales. Para salvarnos por todos los medios necesarios, nuestro Padre vino a esta tierra y sufrió por treinta y siete años, y nuestra Madre está todavía con nosotros.

¿Fueron tratados bien nuestro Padre y nuestra Madre celestiales mientras estaban en la carne en esta tierra? Si hubieran sido tratados bien, las profecías de la Biblia no se habrían cumplido. Ellos oraron ansiosamente por nosotros, sus hijos, día y noche, y llevaron el yugo de todos nuestros pecados solos. Se burlaron de Ellos, y fueron perseguidos y traicionados, pero no se preocuparon de sí mismos en absoluto; soportaron todos los sufrimientos, deseando únicamente que sus hijos fueran salvos. ¿Alguno iría a un lugar donde su vida fuera amenazada otra vez? Para salvarnos, no obstante, Dios vino a esta tierra otra vez, donde una vez fue puesto a muerte.

No nos limitemos a concentrarnos en nuestro propio dolor y angustia, sino pensemos en Dios que ha sufrido por nosotros y soportó todos los sufrimientos. Comprendiendo el amor de Dios que se ha sacrificado por nosotros, debemos dar gracias y gloria a Dios desde lo profundo de nuestro corazón, estando llenos de amor por Dios. Si Dios nos preguntara: “¿Qué haría si naciera de nuevo?”, ¿acaso no deberíamos responder: “Los amaremos aún más, Padre y Madre celestiales, como sus hijos amados”? Quisiera pedirles a todos ustedes que piensen qué pueden hacer por Dios que se ha sacrificado por nosotros.


“Lo amo, Dios”

Como Salomón tenía amor por Dios en su corazón, Dios le dio sabiduría y lo ayudó a prosperar en todo lo que hizo. David, el padre de Salomón, también amó a Dios de todo corazón. En el libro de Salmos, podemos encontrar el tema de su cántico: “Te amo, oh Jehová”.

Sal. 18:1-11 “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. […]”

David comienza este salmo declarando: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía”. Todos los héroes bíblicos como David y Salomón, que fueron salvos, lograron grandes cosas porque tenían amor por Dios en su corazón, y no porque tuvieran un sentido del deber ni por obligación. Si hacemos algo simplemente por sentido del deber, nos resultará difícil hacerlo, sintiéndonos angustiados y desvalidos con el paso del tiempo. Pero si lo hacemos con amor, no nos sentiremos así. Cuando los padres tienen un hijo enfermo, no se sienten cansados aunque pasen muchas noches sin dormir cuidando de su hijo para salvar su vida. Ese es el poder del amor.

Si les resulta difícil hacer la obra del evangelio, piensen si realmente aman a Dios. Cuando hacemos algo pensando que lo hacemos porque se nos ha confiado, nos agotamos fácilmente. Sin embargo, si lo hacemos con el amor de Dios en nuestro corazón, no nos sentimos cansados en absoluto. Las cosas que se hacen sin amor, no tienen ningún significado (1 Co. 13:1-3). Solo cuando hagamos las cosas con amor por Dios en nuestro corazón, podremos decir que trabajamos por el bien del evangelio.

Si solo hemos recibido amor de Dios hasta este momento, desde ahora debemos retribuir al menos un poco el amor de Dios. Cuando glorifiquemos, honremos y amemos a Dios todo el tiempo, como David y Salomón, Dios nos dará mucha sabiduría y bendición.

Hay muchas personas en el mundo que se aman a sí mismas más que a Dios. No obstante, nosotros amamos a Dios. Con un corazón lleno de amor y fe hacia Dios, demos más gloria al Padre y a la Madre celestiales y sigámoslos por dondequiera que nos guíen, para que todos podamos ir juntos de la mano al eterno reino de los cielos que el Padre y la Madre han preparado para nosotros.




para que sean salvos.

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[IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén) : La tristeza que es según Dios



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[La Madre celestial, Dios Madre] Nuestra esperanza está en los cielos

2Co. 7:10 "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza de lmundo produce muerte."

Nosotros quienes somos recibidos el Espíritu Santo de la lluvia tardía tenemos que esforzárnos en predicar el evangelio de Dios Padre, el Segundo Crisot Ahnsahnghong, y Dios Madre, la Madre celestial y en llevar buenos frutos para que alegremos al Padre y la Madre dejando los afanas de vida en este mundo.
Tengamos un poco más de paciencia y todo esforcémos un poco más.
Volveremos pronto a donde está nuestro Padre con nuestra Madre.


para que sean salvos.

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miércoles, 27 de mayo de 2015

[IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén) : Dios de los vivos


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[La Madre celestial, Dios Madre] Dios no es Dios de muertos sino de vivos.

Ya ha pasado cinco meses después de año nuevo.
Como palabras de Salmos 90:10, los tiempos pronto pasan, y vuelan.
Lo mismo es nuesta vida religiosa.
En nuestra vida religiosa también queda poco tiempo.
Por lo tanto, este tiempo no tiene que pasar en vano.
Hoy, a través del tema: “Dios de los vivos”, tengamos tiempo para revisar nuesta vida religiosa.

Si nuestra vida religiosa no está viva, todas las palabras de Dios solamente se nos hace como una carga.
Cuando Dios creó todas las cosas, creó la luz y las tinieblas, y separó el día de la noche, también separó la vida de la muerte.
Todas las cosas se separan relativamente.
Hace dos mil años, cuando Jesús vino a esta tierra, separó los que recibieron a Jesús como la piedra viva, de los que rechazaron a él como la piedra de tropiezo.
Hoy en día, viviendo en los últimos días, existen los que piensan en las palabras de la verdad de Cristo como olor de muerte y los que piensan en las de la verdad de Cristo como olor de vida.

2Co.2:15-16."Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?"

Mirando una misma realidad, algunos sienten olor grato y otros sienten olor de muerte.
Por ejemplo, el sol y la lluvia obran bien para un árbol vivo.
Pero para un árbol muerto ellos hacen corromperse ese árbol.
En otras palabras, para un árbol muerto y los muertos, el sol y la lluvia obran para abreviar podredumbre.
Para los seres vivientes, ellos son conservadores que hacen vivir.
Pero para los muertos, ellos son catalizadores que estimulan la corrupción.
Dios nos da la vida eterna y muchas palabras para la salvacón.
Pero, si somos muertos, todas las cosas que Dios nos da, llegan a ser olor de muerte.
Por eso, la Biblia dice que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Mt.22:32 "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Issac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos."

Aunque Dios anuncie el día de reposo, la pascua y el nuevo pacto a los muertos, este anucio no tiene efecto en los muertos.
En condición de muerte, aunque Dios les da muchas palabras, de gracia no pueden llagar a ser de gracia para ellos.
El sol y la lluvia son catalizadores para el árbol vivo, pero ellos son catalizadores que hacen corromperse para el árbol muerto.
No seamos el árbol muerto, sino el árbol vivo.
Comprendamos la volundad de Dios porque Dios dijo : “Dios no es Dios de muertos sino de vivos”.
Lleguemos a ser nosotros, los que tratamos preciosamente la vida.
De igual manera, para darnos la vida Dios hace una promesa con nosotros.

Jn.12:48 "El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero"

Muchos no pueden recibir las palabras como el Espíritu Santo de la lluvia tardía de Cristo, porque sus espíritus son muertos.
En fin, ¿adónde van a ir?
Ellos van a ser juzgados y van a ir al infierno.

Jn.12:50 "Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho."

Las palabras y los manamientos de Dios son la vida eterna para nosotros.
Existen los que reciben esas palabras y viven para siempre, y también existen los que no reciben esas palabras y se hacen más podredumbre como los muertos para siempre.
La luz de la verdad es como el sol y el agua de la vida es como el Espíritu Santo de la lluvia tardía, son el testimonio de los vivos.
Si tenemos que estimarlos, nuestra fe puede seguir creciendo.
Confirmemos que si nos es dada la promesa de Dios como los vivos o muertos.

Jn.6:53"Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros"

¿No tenéis qué? La vida
¿Qué aborrecen los que no tienen la vida?
Ellos aborrecen el sol y la lluvia, es decir, la luz de la verdad y el agua de la vida.
Si ellos reciben esto, esto es la razón por la que siguen corrompiendose.
No tener la vida significa que está muerto.
Si vemos Jer.5:14, el árbol representa al hombre.
Por lo tanto, no tener la vida significa el hombre muerto.
Si la luz y la lluvia de las palabras de Dios entran en el árbol muerto, ¿qué le pasará?
Sigue corrompiendose.
Acá es el punto definitivo para discernir entre la vida y la muerte.

Jn.6:54~56"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él."

Los que tienen la vida eterna necesitan las palabras de los 66 libros de la Biblia.
Para los que tienen la vida, Dios escribió todas las palabras de la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis.
Porque Dios es Dios de los vivos.
La Biblia no se ha escrito para los muertos, sino para los vivos.
Para los que son engañados por Satanás, Dios escribió de una manera para que ellos no sean engañados por Satanás.
Dios se preocupó porque se perdió el camino de la vida, por eso Dios escribió el camino para que no se pierdan.
Hay los que están muriendo, porque ellos cambian la vida eterna por la vanidad y la fuerza de la vida asímisma es débil.
Si han llegado a ese momento, la palabra de Dios no es de gracia.
Se llegan a sentir como si se hablara repetidamente la misma palabra.
El árbol muerto se corrompe, si le da el sol y el agua.
Pero el árbol vivo crece, si se le dá el sol y el agua.
Si somos los vivos, tenemos que comer y beber la carne y la sangre de Jesús.
Entonces, ¿cómo podemos comer la carne de Jesús y beber su sangre?
¿Qué son su cuerpo y su sangre?

Mt.26:17-19"El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? [...] Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua." 

Jesús y sus discípulos querían guardar la pascua.
Entonces, revisemos cómo les hizo guardar la pascua.

Mt.26:26~28"Y mientras com'ian, tom'o Jes'us el pan, y bendijo, y lo parti'o, y dio a sus disc'ipulos, y dijo: Tomad, comad; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados."

Guardaron la pascua, ¿con qué? Con el pan y el vino.
El pan de la pascua es el cuerpo de Jesús.
El vino de la pascua es la preciosa sangre de Jesús.
Entonces, guardando la pascua podemos comer y beber el cuerpo y la sangre de Jesús.
Por eso, si se guarda la pascua o no, esto es portavoz de las palabras de Juan 6.
Es decir, los que comen la carne de Jesús y beben su sangre, son los que guardan la pascua.
Y los que no comen la carne de Jesús y beben su sangre, son los que no guardan la pascua.
Por consiguiente, solo los que guardan la pascua tienen la vida, es decir, pueden llagar a ser los vivos.
Entonces, ¿qué deben llevar los árboles vivos sin falta?  Los frutos, ¿no es así?
Por lo tanto, Dios les permitió llevar frutos a los seres vivientes.
Viendo los frutos, sabemos si somos los vivos o no.
Nosotros ya hemos comido y bebido la carne y la sangre de Dios Padre y Dios Madre, por eso hemos recibido la vida.
Por lo tanto, llevemos muchos frutos como los vivos.
Anunciemos la pascua del nuevo pacto a muchas almas que están muriendo, porque todavía ellas no saben el camino de la vida.

Espero que lleguen a ser los hermanos de Sion que sean hallados por Dios Padre como el árbol vivo que lleva muchos frutos.


para que sean salvos.

Si quieren conocer más 
acerca de la iglesia de Dios sociedad misionera mundial(IDDSMM),
visiten páginas siguientes : espanol.watv.org ; ois.org.es ; ois.com.es



martes, 26 de mayo de 2015

[IDDSMM] Cristo Ahnsahnghong y La Madre celestial(La Madre Jerusalén) : Seminario Bíblico Internacional 2013



La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial(IDDSMM) 

sigue las enseñanzas de la Biblia y cree en

 el segundo Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre(la Madre Jerusalén).




Seminario Bíblico Internacional 2013

  • País | Corea
  • Fecha | Noviembre 03, 2013
El 3 y 7 de noviembre, el Seminario Bíblico Internacional 2013 se llevó a cabo en el Instituto de Formación Go&Come de Okcheon y en el salón de conferencia internacional de la Gran Asamblea ubicado en Bundang, Seongnam, Corea.

Muchos de los grandes sabios, científicos y especialistas mundiales así como también el personal pastoral que estudia la Biblia todos los días, participaron en el seminario. Personas que tenían curiosidad por conocer acerca de Dios Madre, y cerca de 100 extranjeros que visitaron Corea de 25 países como EE. UU., Reino Unido, Australia, Perú, México y Malasia, también asistieron al seminario y escucharon atentamente.

[La Madre celestial, Jerusalén Madre] el Primer Pastor Kim Joo-cheol, pronunció un discurso de apertura con el tema: “Dios Madre testifi cada  en la Biblia”

El tema del seminario fue “La existencia y la necesidad de Dios Madre de quien dan testimonio la Biblia y la ciencia”. Expertos en diversas áreas de todo el mundo, dieron luces sobre la existencia de Dios Madre, su amor y la importancia de su rol, con ejemplos específi cos y evidencias relacionadas a sus especialidades. Sobre el fundamento de los estudios y las experiencias de los especialistas, los temas del seminario fueron profundos, objetivos y profesionales. Antes de que comenzara el seminario, el Primer Pastor Kim Joo-cheol, pronunció un discurso de apertura con el tema: “Dios Madre testifi cada en la Biblia”. Él dijo: “Dios el Creador se refi ere a sí mismo como ‘nosotros’ en el libro de Génesis. Y la palabra ‘Elohim’, que significa ‘Dioses’, aparece más de 2500 veces en la Biblia. Este ha sido el misterio de la Biblia que los teólogos no han podido resolver por miles de años. Pero podemos encontrar la respuesta fácilmente si solo conocemos la existencia de Dios Madre en la Biblia”. El pastor enfatizó constantemente que la humanidad debe encontrar a Dios Madre testifi cada en la Biblia para recibir la salvación. 

[La Madre celestial, Dios Madre] Muchas personas participadas en el seminario


El seminario fue guiado por la profesora Lee Hye-gyeong, y el profesor Gwon Hyeok-jin. Hubo seis presentadores en total. En el seminario que se llevó a cabo 3 de noviembre el Sr. August Kruesi, director técnico de la fábrica estadounidense de cohetes Aerojet Rocketdyne, pronunció un discurso titulado: “La fuente de la vida en el universo es nuestra Madre celestial”; el Sr. Paul Wilcox, director nacional de las dos Coreas de la División de Políticas del Noreste de Asia del Comando Pacífi co de los Estados Unidos, hizo una presentación con el tema: “El amor de la Madre da equilibrio”; la Sra. Destinee Chambers, profesora de neuropsicología de la Universidad Internacional Americana, ubicada en Massachusetts, EE. UU., explicó la razón de la existencia de Dios Madre con el tema: “El amor de la Madre: una descripción neuropsicológica”. En el seminario realizado el 7 de noviembre, el Sr. Jorge Maza, ex jefe de cadetes de la Escuela de Ofi ciales de la Fuerza Aérea del Perú, pronunció un discurso titulado: “Madre, la llave maestra de la administración de la salvación”; el Sr. Elías Caicedo, médico y jefe de vigilancia y control sanitario de la Dirección Provincial de Salud de Esmeraldas, Ecuador, habló acerca de “La herencia mitocondrial”; y el Sr. Miguel
Carlos Gutiérrez, profesor de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión del Perú, explicó: “La veracidad de la existencia de Dios Madre desde el punto de vista histórico y psicológico”, y enfatizó que necesitamos a Dios Madre para la salvación de nuestras almas.

[La iglesia de Dios sociedad misionera mundial, IDDSMM]Explicaron la razón de la existencia de Dios Madre(=La Madre celestial, la Jerusalén Madre) a través de cada su tema.


Los asistentes, que escucharon las presentaciones dadas por las grandes mentes del mundo a través del seminario que se realizó dos veces, dijeron al unísono que pudieron entender más acerca de Dios Madre ya que los especialistas del mundo en diversas áreas testificaron acerca de Ella con evidencias científi cas y objetivas. Tomaron la firme decisión de dar testimonio de Dios Madre con diligencia a las almas que no han bebido el agua de la vida sin creer en la existencia de Dios Madre, y también de predicar el amor de la Madre con más diligencia. 



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